La reforma del sistema de pensiones se viene debatiendo intensamente
hace 3 semanas, pero pasa desapercibido para la mayoría de peruanos. ¿Le
afecta esto a un emprendedor o ama de casa? ¿Por qué un empresario que
está concentrado en generar valor debería dedicarle tiempo a informarse
sobre este tema? ¿Sólo afectará esta reforma a una minoría de peruanos
que están en planilla?
A todos nos va a afectar porque
los cambios podrían generar mejoras para todos: más eficiencia
productiva, un buen o mal uso de nuestros S/. 85,000 millones ahorrados y
sus intereses, invirtiéndolos para generar empleos productivos, mayor
crecimiento y mejores pensiones para nuestros jubilados, y por ende más
recursos para en el futuro contratar nuestros servicios y comprar
nuestros productos, más negocios, más dinero para todos los peruanos, o
todo lo contrario.
Para el ama de casa o la mujer
trabajadora, permitirá que pueda gestionar ella o su esposo una
jubilación adelantada a los 55 años o menos, disfrutando de su tiempo y
dejando un lugar para que sus hijos se incorporen a la actividad
económica, trabajen.
Al empresario directamente, porque
tendrá que retener la cuota a todos los servicios de cuarta categoría
(recibo de honorarios) y probablemente tenga que pagar más por dichos
servicios (abogados, médicos, electricistas, contadores), ya que el
contratado prioriza su efectivo, su liquidez e incrementará su tarifa.
Implicará más carga administrativa. De lo bien informado o asesorado que
esté, podrá orientar adecuadamente a sus colaboradores, y con ello
darles un futuro mejor.
Un poco de números. El sistema chileno
permite que un trabajador, aportando la mitad que nosotros, tenga un
sueldo mayor a su último sueldo laborado (120%). Ellos pagan entre 11% y
14% de su aporte mensual a la AFP. Nosotros pagamos 34% (incluyendo el
seguro) y si no corregimos inteligentemente la ley, nos jubilaremos con
el 60% de nuestro último sueldo o menos, la mitad de nuestros prósperos
vecinos que pagan la tercera parte que pagamos nosotros. ¿Es justo?
Nuestros vecinos colombianos pagan todos
30% y escogen su AFP buscando rentabilidad. Nuestro sistema hace
difícil cambiar y elegir porque hay diferentes rentabilidades,
comisiones, seguros y 3 tipos de fondos, lo cual dificulta las
comparaciones y por ende reduce la competencia y con ello la eficiencia
en el uso de nuestros recursos.
Acá les alcanzo mi decálogo de
recomendaciones finales sobre este tema (con gusto sustentaré las mismas
y aclararé las dudas a las preguntas que se formulen).
- En el sistema actual (ojalá que los cambios no lo hagan más ineficiente) al 99% de los jóvenes y profesionales independientes les conviene una AFP y no la ONP. El obligar a todos los independientes a aportar implica mayores ingresos, recursos, y en un mercado que funcione significaría una rebaja de las comisiones.
- Todas invierten en lo mismos instrumentos, en las mismas proporciones, y las rentabilidades son bajas y muy similares. Escojan las que les cobran menor comisión.
- Hay presiones y excusas de las AFPs sobre su pobre desempeño, generado en mi opinión por la falta de competencia y de decisiones inteligentes de sus afiliados y reguladores. (No le damos importancia, no nos cambiamos de AFP, ni estamos pendientes de su desempeño, no se regulan oportunamente: conforme crecieron los fondos y la cantidad de afiliados se diluyen los costos fijos, y debió preverse la reducción de la comisión: cada 5 años, por ejemplo, como ocurre con otros oligopolios o monopolios (electricidad, servicios aeroportuarios, entre otros).
- Sobre su baja rentabilidad dicen que no se les permite arriesgar y que se les debe permitir más "flexibilidad". ¡Cuidado! Más flexibilidad es más riesgo y de repente más pérdidas que el año pasado. En todo el mundo hay reglas para proteger los ahorros y fondos de pensiones, que otras AFPs cumplen y generan más rentabilidad que las nuestras.
- No es un incentivo eficiente la propuesta de cobrar por el fondo acumulado, ya que te cobrarían aún jubilado, cuando no estés aportando; y cuando tu fondo tenga pérdidas la AFP no las tendrá. Además podría ser mucho más costoso que el sistema actual y esto pasaría desapercibido porque no veremos el cobro como sí lo vemos hoy, es barrera a la competencia y te cobran más con el transcurrir del tiempo. Para alinear incentivos se podría establecer como alternativa el fijar una comisión sobre la rentabilidad de los nuevos aportes, eso sí es un alineamiento de objetivos. Entonces, si la rentabilidad es baja o negativa, las AFPs compartirán nuestra situación.
- Ya pagamos el 30% antes y el 22% hoy de comisión variable por la administración de nuestro dinero. Por ende, si se cambia el sistema de cobro, debe ser sobre los aportes futuros y no sobre los fondos acumulados (evitar duplicar el pago). Vale comentar que muchos países mantienen la comisión respecto al sueldo.
- Existen compañías de seguro internacional, bancos, fondos previsionales, muy regulados y controlados, incluso nuestro dinero estaría más seguro allí, que ofrecen mayor rentabilidad para nuestro futuro y sin pagar comisiones onerosas (aunque el MEF y la SBS se opondrán porque perderían el control de nuestro dinero para su uso e inversión en el Perú).
- La forma más eficaz de mejorar nuestro sistema es el mecanismo de subasta que se ha propuesto. A la AFP que ofrezca la menor comisión se deben afiliar todos los nuevos aportantes. Si tu fondo es 0 o 10, su rentabilidad será mínima los dos primeros años, sin embargo, tendrás más dinero porque pagarás menor comisión. Los argumentos de inconstitucionalidad, de restricción de nuestro derecho a elegir, de optar por el mejor servicio, son excusas para evitar que se genere competencia y se reduzcan las comisiones. ¿Podemos elegir otro aeropuerto en Lima que no sea el Jorge Chávez, otra carretera que no sea la Panamericana? No, porque no es eficiente y las economías de escala nos llevan a concentrar nuestros recursos. Por eso es necesaria la subasta.
- El trasladar la responsabilidad de la cobranza a la Sunat no nos garantiza que el oligopolio actual baje significativamente las comisiones que nos cobran. Además, según las mismas AFPs (declaraciones en Canal N) hay S/. 5,000 millones que las AFPs no han cumplido con cobrar y abonar a las cuentas de sus clientes.
¿Quién va a
responder por este dinero? ¿Quién lo va a reponer? Si lo asume la Sunat,
¿le trasladarán también la responsabilidad de su negligente gestión de
cobranzas por la cual les hemos pagado? ¿En cuánto rebajarían la
comisión si se les liberara de la obligación de cobrar? ¿Nada?
- Y como dice el título del artículo. Hoy, yo no aporto a las AFPs. La mitad de los nuevos afiliados prefiere la ONP y la mitad de quienes tenemos nuestros ahorros en las AFPs no aportamos actualmente. Si las comisiones se redujeran y la rentabilidad se incrementase producto de generar competencia, la cantidad de aportantes podría cuadruplicarse, la comisión sería similar y competitiva internacionalmente, y su rentabilidad equivalente a otras opciones de inversión de similar riesgo. Si el Congreso legisla inteligentemente por el bienestar de todos, seguro que volveré a aportar y lo haré con gusto.
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