¿Comparte espacio en la oficina con alguien que parece “llevársela
fácil”? Criticarlo y hablar a sus espaldas no cambiará nada, pero estos
consejos pueden ayudarle.
Stever Robbins, coach ejecutivo y uno de los 10 podcasters más influyentes en los negocios, conversó con Forbes
para saber cómo enfrentar una situación común en el trabajo: el
compañero que siempre holgazanea. Aquí, once de sus recomendaciones:
1. No se distraiga. No se pase el día fijándose en
el hecho de que su compañero de trabajo está viendo su Facebook
constantemente, mandando mensajes de texto o roncando a su costado. “Nos
tomaremos más tiempo concentrándonos en que nuestro colega no hace nada
en lugar de invertir ese tiempo en terminar nuestro propio trabajo”,
dijo Robbins.
2. Deje atrás la justicia. La vida no es justa. La
gente que tiene a este tipo de colegas suele de decir, “no es justo que
se la lleve fácil haciendo nada”, pero al terminar el día, pensar de
esta manera no ha cambiado la situación. Robbins recomienda enfocarnos
en ser mejores en nuestro trabajo, en lugar de afligirnos a nosotros
mismos.
3. No deje que afecte su ánimo. Si pierde tiempo y
energía en amargarse o estar fastidiado por su compañero ocioso, el
nivel de su desempeño laboral puede bajar y ya no será tan placentero
estar alrededor suyo. Un colega hostil es tan malo como uno holgazán.
4. No sea chismoso. Una opción a la que muchos
recurren es avisarle al jefe sobre la situación. Sin embargo, hay que
tener cuidado. Depende de la situación en la que se encuentre. Algunos
jefes pueden decir, “está bien, gracias por el aviso, averiguaré qué
sucede”, indicó el consultor. Pero si su colega tiene que entregar
alguna asignación para terminar un proyecto y no está haciendo nada, lo
mejor es compartir esa opinión crítica a su jefe y tomar cartas en el
asunto.
5. No se deje contagiar. No se entrampe en las
rutinas de almuerzos de dos horas y los viajes constantes al baño o a
conversar en el pasillo. Si estos colegas comienzan a hablar con usted,
hágales saber que está ocupado. “Es tentador seguir su ritmo si ve que
no les trae problemas, pero no caiga en su trampa”, advirtió Robbins.
6. No les haga la tarea. Si comparte
responsabilidades o está en un mismo equipo de trabajo con un colega
holgazán, no haga el trabajo que le corresponde al otro. Recuérdele las
asignaciones y los plazos, pero no se responsabilice por él: consumirá
demasiado su valioso tiempo.
7. No deje que afecte su éxito. Un colega ocioso
puede opacar su progreso. Si su jefe nota que el trabajo no se está
completando como es debido, no deje que la culpa recaiga en usted. Esta
es su oportunidad para decir qué es lo que sucede, si es que no lo ha
hecho ya.
8. Tome el liderazgo. Esta puede ser la oportunidad
para dirigir el grupo de trabajo. Puede acercarse al jefe y comentarle
que las tareas no se están completando a tiempo, por lo que quisiera
hacerse cargo de la situación. “Luego acérquese a su colega y dígale que
quiere ayudarle a cumplir con los plazos y objetivos”, dijo Robbins.
Esto lo convierte en el líder del equipo.
9. No hable a sus espaldas con otros compañeros. Esto no es profesional. “Podría causar malentendidos y herir susceptibilidades”, explicó el consultor.
10. Comuníquese con su colega. Éste puede no ser
ocioso, sino estar confundidos sobre el trabajo asignado o los plazos a
cumplir. “Sea claro con los objetivos, fechas de entrega y compromisos”,
sugirió Robbins. “A veces no se trata de alguien holgazán, sino que no
tienen un buen método para organizar su tiempo y trabajo”, explicó.
También es posible que estén estresados con algún problema personal.
“Debemos recordar que todos tenemos una vida”, dijo.
11. Rechace los proyectos donde su colega deba trabajar al 100%.
Si su compañero vive un caso de ociosidad crónica y nadie –ni usted ni
su jefe– han logrado cambiar esto, considere su lento desempeño en su
cronograma de trabajo. Así, cuando le den un proyecto, puede comunicar a
su jefe que habrá que cambiar los plazos. “No creo que podamos cumplir
con todo dado el ritmo de trabajo de mi compañero”, sugiere Robbins que
diga a su jefe. Habrá puesto bajo la lupa al colega holgazán y, a la
vez, es probable que le consigan un nuevo compañero.
Fuente: http://gestion.pe
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